Mujer y Judaismo

Parashat Nasó trata varios temas, comenzando por el de Sotá, pasando por el tema de nazareo, los obsequios de los príncipes y la bendición de los sacerdotes. Este año leemos la parashá justo después de Shavuot.

El Eterno ordena a los sacerdotes que bendigan a los hijos de Israel con una triple bendición cada día:

“El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia;
el Señor alce sobre ti su rostro,
y te dé paz.’.” Bemidbar 6: 22-26

Maimónides en la Guía de los Perplejos (Parte 3, capitulo 44, inciso 74) señala que de la bendición de los sacerdotes aprendemos a prestar atención al hecho de que la fuente de toda vida y bendición en el mundo viene de Dios, y nuestra presencia diaria ante la bendición del sacerdote, inculca esta creencia en nosotros.

Rashi, a su manera explica: “El Señor te bendiga”:  bendiga tus posesiones. “Y te guarde”: No dejes que los ladrones te quiten el dinero.”

Rashi ve la apertura de la bendición conectada con el sustento. No hay duda de que la persona tiende a sentirse ansiosa por la pérdida de su propiedad o su sustento. Es aterrador pensar que el esfuerzo de nuestro trabajo nos será quitado por enemigos o ladrones. Shlomó, el más sabio de los hombres, añade en Kohelet una nueva perspectiva:  “Hay un grave mal que he visto bajo el sol: las riquezas guardadas por su dueño para su mal”.  Esto significa que a veces la riqueza puede interferir e incluso dañar a sus propietarios. Muchas veces el mundo ha experimentado una crisis económica y vimos los fenómenos que muchas personas sufrieron cuando vieron con qué facilidad todo lo que habían construido había caído en el abismo con gran esfuerzo y perdido todo lo que tenían. Algunos incluso se suicidaron.

Si hay riqueza reservada para el propietario en su detrimento, puede convertirse en una bendición. Depende del hombre y de su voluntad. El hombre puede convertirse en un esclavo sumiso de su dinero y sentirse presuntuoso. También es capaz de crear un muro de protección y una barrera entre él y aquellos que no han sido bendecidos por la abundancia. Pero, como dice Abarbanel (en Bereshit 31:31), puede escapar de su mal: “La riqueza está reservada a su dueño en su detrimento… Significa… que ella puede ayudarlo a estar a salvo del mal”. La persona puede optar por invertir su dinero en vías beneficiosas para la sociedad en su conjunto.

Para el Netziv, la bendición no es solo la bendición de la riqueza. Es la bendición de todos los talentos humanos y habilidades, cualidades y características, “para cada persona en lo que tiene”, para una en la Torá, para otro en sus bienes.

De la misma manera necesitamos entender el “y guardarte” al final del versículo: Toda bendición necesita ser preservada, para que no se conviertan en un mal. El primer peligro es claro en sí mismo. Protección especial “de la vanidad, la soberbia y la profanación del nombre de Dios” que puede la persona misma. Si las personas que tienden a ser soberbios frente a los demás se tomaran en serio la bendición de los sacerdotes, podrían ser capaces de hacer introspección más seguido.

Los sacerdotes deben bendecir a Israel con amor, con una bendición profunda y sustantiva que simboliza la conexión especial de Dios con el pueblo de Israel – una conexión llena de amor. La conexión entre Dios e Israel es conexión de gracia y amor. Cuando el midrash Raba explica la segunda expresión de la bendición “y tenga de ti misericordia” da muchas interpretaciones, pero el punto central de la bendición es el perdón mismo.

Acabamos de leer el libro de Rut, en cuyo centro está el amor de Rut a Noemi y a su pueblo, y el amor de Boaz a Rut.

Dijo Rabi Zaira “en este libro no hay asuntos de pureza e impureza, no prohibiciones y permiso. ¿Por qué fue escrita entonces?  Para enseñarte cual es la recompensa de quien realiza el bien. Rut Raba

Dice el Maharal que quien piensa que ama a Dios pero no ama a sus criaturas, de hecho no ama a Dios porque “el amor al Creador se revela en el amor a sus criaturas” Netivot olam – 5 cáp. 1

Quien cuida los mandamientos entre el hombre y Dios, incluso de manera exhaustiva pero no respeta los mandamientos entre el hombre y su prójimo. Odiando, robando, hablando mal, etc. No solo que no ama a los hombres, sino que su amor a Dios es imposible, ya que no se puede separar entre los dos.

En estos complicados días en los que también estamos renovando el Pacto,  es importante recordar que para poder renovar la alianza con Dios debemos renovarla con sus criaturas y con su pueblo.

 

 

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