Mujer y Judaismo

MyJ: Antes de comenzar con las preguntas me gustaría que te presentes brevemente para las lectoras y lectores de Mujer y Judaísmo.  Algunas palabras sobre lo que haces actualmente y sobre tu trayectoria. 

Raquel: Gracias profesora Barylka, me llamo Raquel Celnik de Goldschmidt. Nací en Bogotá, Colombia, donde vivo actualmente, me enamoré de la pluma a través de mi padre Z”L Eliécer Celnik quien fue el director de la única revista judía continua en Colombia durante 50 años “Menorah”. Me gradué de la Universidad Javeriana como publicista, pero me interesó más el tema de la comunicación. Me casé con el Rabino Alfredo Goldschmidt,  junto a quien tuve la oportunidad de estudiar e intensificar en las materias judaicas, fui profesora de judaísmo en el Colegio Colombo Hebreo de Bogotá durante 9 años, en éste tiempo viajé a Israel a tomar un curso sobre docencia judía a través de la Majlaka Toranit, tuve profesores de la talla de Rav Eliahu Birenbaum. Fui reconocida por el rabinato ortodoxo de New York como profesora apta para dictar las clases para procesos de conversión;  actividad que continúo hoy.  He dedicado también tiempo a diversa labor comunitaria, en Wizo, Federación Sionista, B’nai B’rith y Keren Hayesod. He dictado cátedra en diversas universidades y seminarios en Bogotá. Hoy dicto cátedra de temática judía en la Universidad del Rosario. Dirijo la revista digital Hashavúa desde su creación, hace 5 años, lo que me ha dado enormes satisfacciones, al ver cómo gente se va involucrando lentamente con temas judíos, de Israel y comunitarios. Por este motivo tratamos de escoger articulistas de “alta talla” y también a personas comunitarias.

MyJ: En términos generales y a partir de tu rol en la comunidad ¿cómo ve la situación de la mujer en el ámbito del judaísmo en Latinoamérica?

El año antepasado tuvimos un Congreso Latinoamericano del Joint en Cartagena, desde esa perspectiva se pudo apreciar las necesidades y la sed de judaísmo que las comunidades latinoamericanas están requiriendo. Cada país latinoamericano tiene diferentes visiones y necesidades, no se puede dar un tratamiento igualitario a cada país.  En algunas comunidades sufren de medio ambiente antisemita, otras comunidades sufren de apatía comunitaria con respecto a temas judíos o sionistas, otras comunidades tiene problemas técnicos, por ejemplo las dificultades de obtener kashrut o servicios religiosos continuos, etc. En el caso particularmente colombiano, uno de los temas más relevantes en este momento es el surgimiento de comunidades conversas y cómo enfrentar este fenómeno único en la historia.

MyJPero si piensas en la situación y el desarrollo de la mujer judía ¿piensas que las realidades de cada país son muy diferentes? 

Sin pretender ser una experta en materia de mujer latina, considero que el crecimiento de la mujer a nivel liderazgo está atado a la mentalidad de la comunidad donde se desenvuelva, por ejemplo, en una comunidad muy ortodoxa, el chance es que la mujer que desea realizarse profesionalmente, se dedique más que todo a la docencia, en una comunidad pequeña, más tradicionalista y reciente como la nuestra que data de tres o cuatro generaciones solamente, se ve más la mujer en el ámbito profesional, por ende participa más ampliamente de la vida comunitaria y nacional. Seguramente influye, si una comunidad es más antigua y grande como la de Argentina o la de Estados Unidos, o pequeña y de mayor presión social como la panameña. En todo caso, el común denominador latinoamericano, es de ver a la mujer judía activa en algún campo sea comunitario o no.

MyJMuchas mujeres se quejan que la mujer judía en las comunidades latinoamericanas no han ganado un lugar e relevancia, no ocupan puestos de liderazgo e incluso hay quienes sostienen que se alejan del marco comunitario.  ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Me inclino a pensar que depende de la misma mujer principalmente. Cuando regresaba de Israel, uno de los cursos, me capacitaba a dictar clases de Tanaj, cuando planteé en la junta del colegio la introducción de la nueva materia en bachillerato (secundaria), varios directivos se asombraron que “una mujer” pudiera dictar estos cursos que deberían ser manejados únicamente por hombres. Gracias a los esfuerzos de líderes religiosos de la comunidad, se aclaró dicho error de pensamiento y pude dictar dichas clases que resultaron ser un éxito. Cuando una mujer se interesa en proyectos, pienso ¡que no hay nadie que la detenga! Solamente su misma inseguridad o falta de esfuerzo.

MyJ: Sin embargo es común encontrar mujeres ejerciendo cargos profesionales en las comunidades judías y menos cargos de liderazgo político, ¿es el caso de Colombia?  Hay quienes dicen que la inversión de energías que necesita hacer la mujer para abrirse paso hacia los roles de conducción, que no vale la pena el intento.

En Colombia la mujer judía se ha destacado en un pequeño porcentaje en el medio político o gubernamental nacional, artístico en mayor porcentaje, deportivo en menor porcentaje, intelectual en varios campos, periodístico en menor grado, pero se ha manifestado. No podía ser diferente a nivel comunitario, donde Dentro de la mayoría de directivas de las principales organizaciones judías está representado por mujeres, encabezando o en otros roles protagónicos.

MyJ: ¿En qué medida crees que la cuestión de la inserción de la mujer y las dificultades que ésta se encuentran derivan de la visión del judaísmo, o del entorno cultural latino, como cultura donde prevalece el “macho”?

La real visión del judaísmo no es un punto de oposición para que la mujer llegue a puestos de liderazgo comunitario, pero lógicamente hay que tener en cuenta que si una mujer sueña con ser la “rabina” de una comunidad ortodoxa, está arando en campo minado estéril. Es importante mantener los pies en el piso y saber dónde la religión y la lógica dan paso y acceso. El entorno latino no es tampoco una excusa hoy,  pero sí una actitud dinosaurica limitada, de hombres de mente reprimida puede llegar a frenar el desarrollo laboral comunitario de una mujer, como es el caso de nuestra Comunidad Hebrea Sefaradí de Bogotá, en la que las juntas hasta el momento no han permitido su derecho a ser parte de las juntas directivas de dicha comunidad, ni derecho al voto, aún siendo la muer cabeza de familia.

MyJ: ¿Cuáles son a tu criterio los paradigmas de mujer judía que podrían ser recuperados hoy en la educación de las mujeres y hombres judíos del continente?

Ante todo considero que es muy importante, reconocer que no siempre la mujer debe ocupar un cargo de liderazgo solamente por ser mujer. Debe demostrar sus talentos y capacidades, lo mismo digo de los hombres, un cargo debe ser ocupado por elección democrática o por hombres con capacidades. Recuerdo la campaña presidencial de la candidata de Colombia la Dra. Nohemí Sanín, perdió las elecciones porque su campaña se sostuvo principalmente en el hecho de ser “La mujer al poder”. Eso no daba mayores esperanzas a la problemática colombiana, igualmente ocurre en el liderazgo comunitario, sus dotes deben venir del corazón hacia arriba de su cuerpo.

MyJ: Hay quienes hablan de la Revolución de la Mujer Judía y de feminismo judío, ¿crees que eso existe en América Latina?

Lo que creo que existe es un matriarcado marcado dentro de nuestras filas judías  y no solamente las latinoamericanas. Pienso que las mujeres judías sabemos colocar en el trono a nuestros hombres… dándoles las respectivas instrucciones. El feminismo que recuerdo de la época de los sesentas y setentas, en EU, son mujeres que salieron a las calles manifestando que tienen igual derechos que los hombres, por lo que se quitaron sus brasieres llevándolos en las manos y diciendo que eran iguales a los hombres. En Latinoamérica las mujeres seguían siendo “sumisas”  y obteniendo puestos laborales de segundo grado. La verdad de las verdades a mi manera de ver es que las mujeres, hoy han logrado llegar a lugares importantes incluyendo presidencias de países, a través de su trabajo, su inteligencia, sus talentos y su “sexto” sentido, muy diferente al de los hombres. El hombre es diferente a la mujer eso es una realidad, pero no mejor ni peor, digamos que el uno es complemento del otro.

MyJ: ¿cuáles son los desafíos de la mujer judía de Latinoamérica hoy en día?

Encontrar su propio espacio y desarrollarlo en su máximo potencial. No todas las mujeres están hechas para trabajar,  para ocupar cargos, incluso ni para trabajos comunitarios o para ser madres. Hay mujeres que se sienten realizadas siendo unas madres excelentes que lograron sacar avanti a hijos sanos e inteligentes o hijos enfermos. Hay mujeres que llegaron a ser líderes e importantes personajes dentro del marco de la comunidad o del país donde nacieron, porque al descubrir su talento lo pudieron desarrollar al máximo, muchas veces saltando sobre los obstáculos. Hay mujeres que llevan una vida muy sencilla e internamente rica, todas ellas son dignas de admiración y aplauso. Lo que es rechazable, son aquellas mujeres forzadas a realizar trabajos en los que no se sienten bien, oprimidas, castradas en su desempeño o labor por defectos de carácter de otros –jefes, padres, líderes, incluso otras mujeres-, ellas son por quienes debemos intentar poner el hombro y a quienes debemos ayudar a  florecer.

MyJ: Tocas aquí un asunto muy importante, que obviamente es la mayoría. ¿Cuál crees que es el desafío en relación a ellas en tanto mujeres judías? Después de todo son ellas las portavoces del judaísmo en lo cotidiano, dentro de los hogares.

Hay una realidad que todos debemos enfrentar y es la que mencionas en tu pregunta: “La mujer que no le interesa el ámbito de la acción  pública judía”. Si bien es cierto que debemos promover el trabajo comunitario a través de diferentes estímulos, como lo es tu página web –excelente porque llega a masas de manera privada-, reuniones, invitaciones privadas, invitaciones a actividades comunitarias, promociones de las diversas organizaciones y fundaciones judías, etc. También es cierto que no debemos rechazar ni ignorar a la mujer de carácter pasivo, ella también es parte nuestra y debemos conformarnos con hacerle llegar la información básica para que su hogar sea un hogar rico en cuanto a identidad judía.

                                                                    

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