La tragedia judía, la destrucción del Templo a través de la historia de tres mujeres Marta hija de Baitus, la hija de Nadkimon y Tzpana hija de Paniel
Por Taube Jamitovsky
El 9 de av es uno de los días más trágicos en la historia judía. En este día, rememoramos la destrucción de los dos Templos de Jerusalén, el primero por los babilonios en el año 586 AeC y el segundo por los romanos en el año 70 DeC. Desde entonces, cada año recordamos esta fecha con un día de duelo y ayunando. Es uno de los ayunos más difíciles por lo largo y el calor intenso del verano israelí.
Para la persona de nuestra época es quizás difícil comprender la magnitud de la pérdida del Templo y la interrupción total de los ritos- ofrendas (korbanot) que se cumplían en el Templo. En este trágico momento del quiebre total de la condición judía surge un líder Rabán Iojanan Ben Zakai quien con visión y coraje promueve un cambio total en la vida judía sentando nuevas premisas, las cuales nos acompañan desde entonces y nos permitieron conservar nuestra singularidad judía hasta nuestros días.
Una de estas premisas se centra en transmitir el judaísmo a través de la memoria permanente de la historia judía y en esta línea se desarrolló un género literario específico de relatos-leyendas de hechos y acontecimientos que sucedieron durante esta época (Hagadot Hajurbán). En general se trata de diálogos cortos que aparecen en el Talmud Babli. A través de ellos podemos en primer lugar vivenciar la realidad tal como la vivieron nuestros antepasados y además con un claro mensaje educativo plasmando las líneas morales que deben dirigir la conducta de un judío piadoso. En el fondo, nuestros Sabios tratan de enfrentar a la tragedia nacional a través de las tragedias personales. Y optan por ver la fuente del proceso en la conducta humana. Así vemos que la destrucción del Templo fue consecuencia directa del deterioro moral y la falta de solidaridad entre los mismos judíos. Se trata de una postura clásica de los líderes religiosos que perciben el castigo como consecuencia del pecado humano.
Entre los relatos más conocidos se encuentra por supuesto el conflicto entre dos poderosos judíos de Jerusalén, Kamza y Bar Kamza. El conflicto personal conduce al odio e incluso a delatar al hermano judío ante el enemigo romano. Desde este momento la expresión Sinat Jinam (odio por odio) es el símbolo de esta época y la causa de nuestro castigo. Una constante que acompaña lamentablemente demasiadas veces el diálogo entre judíos.
En este contexto de crítica debemos resaltar aquellos que tienen como protagonistas a mujeres, pero no simples mujeres sino pertenecientes a la nobleza (cohanim sacerdotes) así como poderosas económicamente.
La hija de Nakdimon Ben Gurion
Este relato tiene al mismo Rabán Iojanan Ben Zakai como protagonista, y se centra en su encuentro con una pobre mujer en las afueras de Jerusalén. Esta mujer que en primer lugar trata de ocultarse está recogiendo estiércol de animales. Luego de un corto pero interesante diálogo, ella le pide ayuda, Rabán Iojanan Ben Zakai comprende que está frente, ni más ni menos, que a la hija de uno de los hombres más ricos de Jerusalén. Incluso él mismo fue testigo de su boda y firmó su ketuba (compromiso de matrimonio) donde se manejaba una fuerte suma de dinero. A través de este relato vemos como las circunstancias del destino la condenan a una vida de pobreza y miseria.
Tzpana hija de Paniel
Se refiere a la hija del Gran Sacerdote. Su nombre viene de Tzpia (admirada) ya que era elogiada por su extraordinaria belleza. Según la leyenda, su belleza era tan grande que enceguecía al que la admiraba. Su cruel destino fue caer en las manos de un soldado romano que no solamente la violó sino que la puso en venta como esclava. En esta desesperada situación ella termina llorando lamentándose por su triste destino.
Marta hija de Baitus
Entre las más famosas de las trágicas heroínas se encuentra Marta hija de Baitus. Su padre Baitus era uno de los hombres más ricos y poderosos de Jerusalén de esta época. Tan rica era que luego de quedar viuda, consigue casarse con el Gran Sacerdote. Algunas fuentes explican que ella le consiguió a su esposo el cargo a través de donaciones al Rey. Según las leyes judías está prohibido el casamiento de Cohen – Sacerdote con una viuda, y aun más de un Gran Sacerdote. El mensaje es claro cuando mediante el dinero se violan numerosas muchas leyes. Marta disfruta de un nivel muy alto de vida, las fuentes describen con lujo de detalles su vida cómoda y lujosa por ejemplo como sus sirvientes evitaban que sus pies tocaran el suelo de las calles de Jerusalén. Y aun en la época de las difíciles condiciones del sitio a Jerusalén continuaba con su vida de ocio y lujo. Con el deterioro del sitio tampoco Marta consigue comida y la leyenda relata su muerte. Existen diferentes versiones una, que murió de hambre y otras, que murió al contacto con la suciedad de las calles con el estiércol de una bestia. Y en este momento no le sirve de nada todo el dinero y el oro que se resume en ¿Para que me sirve todo esto?
De estos relatos, emergen, dos niveles. Por un lado, una identificación con el destino cruel de estas mujeres. Por el otro, resalta una crítica social cruenta contra la alta clase social de Jerusalén y en especial a las mujeres de estas familias a las que acusan de vanas y egoístas.
Estas mujeres son el ejemplo opuesto a lo que los sabios perciben como el modelo femenino de la mujer judía. Así surge el modelo de una judía piadosa que lleva una vida recatada, austera y de ayuda al prójimo, símbolo de la solidaridad social que no existía durante la época de la Destrucción del Templo.
Estos ejemplos influyen aun hoy en día en ciertos círculos religiosos (no en todos) como modelo ideal femenino judío. Esto se lo vemos en numerosas apologías como el cántico a la Mujer Valerosa en el sábado: Eshet Jail. La reina de su casa.
En nuestros días con el cambio del rol de la mujer en la sociedad y su participación en todos los ámbitos, no se limita a un plano secundario sino, asumen roles de liderazgo.
Quizás tendríamos que hacer una nueva lectura de los textos porque quizás estas mismas mujeres- la hija de Nakdimon Ben Gurion, Tzpana hija de Paniel y Marta hija de Baitus en realidad no eran tan vanas y egoístas y por ello se merecían un recuerdo mas justo y misericordioso.
Taube Jamitovsky –Liderazgo de la Mujer Judía, Capacitación y Mentoring
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